Cuando decides llevar a cabo la solicitud de visa K1 es porque te has comprometido con una persona residente o natural de Estados Unidos. Aunque este formulario no te garantiza la estancia ilimitada en el país americano, te permite contraer nupcias con un habitante de Estados Unidos dentro de los 90 días que se te otorgan desde que ingresas.
A continuación te explicaremos qué debes hacer para poder obtener esta visa, así como las posibles preguntas que te podrán realizar en la entrevista para comprobar la legitimidad de su relación de pareja.
La solicitud de Visa K-1
En caso de que tu pareja sea extranjera y viva, por tanto, fuera de Estados Unidos o, en caso contrario, seas tú quien desees entrar en el país norteamericano para contraer nupcias, deberás poseer la visa K1.
Tendrás que llevar a cabo la solicitud, con ayuda de tu “prometido” o “prometida” (o fiance, en inglés), como así se refieren las leyes estadounidenses a los futuros contrayentes.
Los solicitantes deberán responder a ciertas preguntas de las autoridades, con el fin de que sea aprobada esta forma de ingreso en el país. Esto suele hacerse para evitar cualquier tipo de fraude migratorio, ya que, una vez que es aprobada dicha visa y se lleva a cabo el matrimonio, el emigrante puede solicitar la residencia permanente en Estados Unidos a través de la Green Card.
¿Qué es una Visa K1?
Llega el momento de saber qué es una visa K-1 y cuáles son los procedimientos administrativos para obtenerla. Mediante esta forma migratoria, tu sueño y el de tu pareja se pueden convertir en realidad. Después de la distancia, al fin podrás casarte con tu amor, teniendo la posibilidad de permanecer de manera permanente en Estados Unidos, si así lo deseas.
La visa K1 es un permiso de estancia en Estados Unidos de América. Tiene un límite de 90 días y la solicitas con el fin de casarte con tu pareja en ese intervalo de tiempo. Obviamente, para las autoridades norteamericanas, deberás demostrar la relación con tu futuro esposo o esposa, así como el conocimiento de su persona, gustos e, incluso, justificar los gastos y número de invitados a la boda.
Esta llamada “visa del prometido” (o “prometida”) puede serte útil si quieres alargar la estancia junto a tu pareja justamente por esos 90 días que te conceden las autoridades.
Existen casos en que muchas parejas deciden casarse durante una corta estancia, tras haber entrado uno de ellos al país como turista. En esta última opción, los contrayentes saben que la estancia del extranjero puede llegar a ser demasiado limitada, teniendo que efectuar nuevos trámites, como la Green Card, desde su país de origen.
Procedimientos administrativos que debes completar
Para la solicitud de esta visa tendrás que realizar determinados procedimientos junto a tu pareja. Para empezar, uno de los contrayentes deberá ser ciudadano estadounidense o estar en posesión de la Green Card. Obviamente, ambos tendrán que demostrar que están debidamente solteros. Así que, en caso de que uno de ustedes haya estado casado con anterioridad, estará obligado a presentar la disolución de dicho matrimonio.
Por otra parte, en caso de que se haya solicitado con anterioridad la visa K1 y haya sido denegada, deberán pasar al menos dos años antes de realizar una nueva solicitud. Ante dos negaciones por parte de las autoridades competentes, no se podrá volver a pedir este permiso.
Si se solicitó anteriormente una visa K1 por parte del ciudadano estadounidense y se aprobó, para la nueva solicitud deberán haber transcurrido dos años.
Estados Unidos permite el matrimonio entre parejas del mismo sexo, aunque el país del extranjero no lo contemple. En este supuesto, también puedes solicitar sin problemas la “visa del prometido”.
Entre los documentos que debes presentar están los que demuestran que tu pareja y tú se han visto en persona, así como pruebas de tu relación por parte de amigos en común. Será necesario rellenar un formulario donde te comprometas con tu pareja a casarte dentro del plazo de los 90 días que concede la visa K1.
Asimismo, el ciudadano estadounidense estará obligado a acreditar sus ingresos económicos e impuestos, conforme a las Directrices Federales de Pobreza. En caso de no poder cumplir con los parámetros establecidos, podrá recurrir a la ayuda de un patrocinador financiero, que deberá adjuntar una “declaración jurada de apoyo” mediante el formulario I-864.
Posibles preguntas para la entrevista
El consulado estadounidense realiza una serie de preguntas al extranjero que quiere ingresar en el país americano para casarse. Generalmente, este cuestionario se realiza en el país de origen del futuro emigrante, siendo de carácter obligatorio.
Normalmente, las preguntas que te hacen se refieren a la relación de pareja, aspectos personales de tu novio o novia e, incluso, a los preparativos que has hecho para la boda.
Es imprescindible que, en esta entrevista, te muestres tranquilo, respondiendo con naturalidad a todas las preguntas, ya que el nerviosismo puede dar a las autoridades una mala impresión.
Así, deberás contestar a preguntas acerca de dónde se conocieron, cuáles son los gustos de tu pareja, si piensan tener hijos en el futuro, cuándo fue la última vez que se vieron y cómo fue la propuesta de matrimonio.
En lo que respecta al ciudadano americano, se le preguntará acerca de su lugar de su nacimiento, la ciudad en la que vive dentro de Estados Unidos, sus estudios, su familia y cosas relacionadas con ella. A través de este cuestionario se tiene en cuenta la relación íntima con tu pareja.
Como una tercera opción de preguntas está el tema de la boda. Seguramente quieran saber todo acerca de los planes que tienen tú y tu pareja con respecto a su ceremonia de boda: dónde y cómo se llevará a cabo el enlace, el número de invitados e, incluso, si ya tienen reservas de banquete, hoteles, etc.
Será importante mostrar algún tipo de factura que tenga que ver con la ceremonia de matrimonio con el fin de comprobar la seriedad de su compromiso.
Ahora ya sabes
Realizar la solicitud de visa K-1 conlleva una serie de requisitos y exigencias que, en primera instancia, pueden parecer costosos, pero merecerán la pena con tal de estar con tu ser amado y poder construir una vida juntos. Tras el ingreso en EE. UU. y la posterior boda, puedes solicitar la estancia permanente, si así lo deseas.